No es el mejor de los títulos pero después de varios días
tratando de encontrar algo más acorde, decidí dejarlo como al principio lo
pensé precisamente cuando sorprendida por que lo estaba viendo y tenia en mis
manos dejaba una fuerte impresión en mi cabeza.
En los actuales momentos en los cuales el Gobierno sigue
encartado con el modelo de la seguridad social para todos los habitantes del
país, con un diseño innovador y creativo pero sin plata para sostenerlo aún
siguen pasando las cosas más atrevidas; pues el cuento no es el diseño de la
seguridad social para una Colombia más
incluyente, ni siquiera pensaría sobre la infraestructura de la red; el
problema va mas allá de la superficialidad económica; el problema es CULTURAL.
Por un lado la estructura de la seguridad social en
Colombia y en especial la salud para los ciudadanos, está enmarcada en una
figura piramidal cuya base está compuesta por los estratos sociales
vulnerables, desprotegidos y abandonados de alguna manera; los cuales no pueden
aportar al sistema por las causas ya conocidas por todos; y la punta de la
figura piramidal está compuesta por los estratos altos que tienen acceso al
100% de la salud en todas sus dimensiones, pero que a su vez hacen los aportes
económicos más altos estando éstos en menores proporciones; es decir la
distribución entre el ingreso y la población está desbalanceada.
Ahora bien, los usuarios no somos los únicos partícipes de
la cadena, allí también se encuentran las EPS, IPS, operadores logísticos y entidades
del sector público y privado que intervienen en la sostenibilidad de la
protección en salud para los colombianos, los cuales buscan un margen de
intermediación digno.
Con la breve introducción sobre el sistema de salud en
Colombia quiero compartir situaciones que aún con el nuevo modelo aparecen.
Amigos de vieja data hoy tienen el placer de tener un
nuevo miembro en la familia, una hermosa bebe que hace parte de la población
que solo puede consumir leche deslactosada; ella apenas recién nacida también
hace parte de la población colombiana que asiste a los especialistas para
lograr una pronta solución a tan grave situación; dando con la diligente
atención de un buen pediatra para recomendar que tipo de leche se puede
consumir en estos casos.
Así las cosas la Entidad Prestadora de Salud entrega el
producto recomendado, el cual está compuesto por una leche especial
deslactosada que le proporciona a la recién nacida todos los nutrientes para su
crecimiento y garantice su normal desarrollo.
Realizada la gestión con la paciente, recibimos del
operador farmacéutico los documentos correspondientes a la entrega de los
tarros de leche los cuales ascendían a $1.500.000.oo en una solo factura, produciendo estupor y
cierta angustia sobre el valor del alimento; afortunadamente el POS cubre el
valor facturado.
Pero en medio de todos los sentimientos encontrados en 5
tarros de leche, nos dimos a la tarea de encontrar una respuesta sobre el
valor, dado que si bien es cierto Colombia es uno de los países que
comercializa medicamentos a altos precios; no podíamos quedarnos con la duda y
la curiosidad sobre el valor de la factura; así que gestionamos en diferentes
lugares donde el alimento es vendido y con mayor sorpresa evidenciamos que la
formula anterior adquirida en cualquier lugar comercial no pasaría de
$450.000.oo, es decir sin querer queriendo los padres de la menor ya eran parte
de una red de sobrefacturación en el sistema de salud del país.
No hace parte de un cómico programa de televisión, pero es
un claro ejemplo de lo que sucede en nuestro sistema de seguridad social;
cuando los reyes de la Corrupción, del favoritismo, del favorecimiento y del
enriquecimiento son los que reinan motivando a tan vandálicas prácticas; es por
ello que considero que el problema es totalmente CULTURAL, porque casos como el
descrito deben pasar por la sobrefacturación a diario y con más productos para
generar altos márgenes de rentabilidad en los bolsillos de quienes administran
los contratos de la salud en Colombia. Señor Gobierno, así no hay plata que le alcance!
Hoy adolecemos de un sistema digno, eficiente y ante todo
honesto; enfermarse en Colombia es un riesgo desde todo punto de vista, pues el
que sobrevive al carrusel de la muerte de hospital en hospital es atendido con
productos cuyos precios no estén en el marco justo de la oferta y demanda de
los medicamentos, nos involucran a
escondidas en el macabro cartel de la salud.
Con la presente participación sólo quiero sembrar la
inquietud y mostrar otra panorámica de lo que realmente sucede con la salud; no
se trata de la ley expedida desde el año 1993, tampoco se trata de la
redistribución de la riqueza y de los que sostienen el sistema; el problema es
más de fondo, se trata de la transparencia comercial y responsabilidad social de
todos los participes de la cadena que atiende el sistema de salud en Colombia,
de ser empresarios sensatos y equitativos que no permiten prácticas corruptas que
degradan las finanzas los ciudadanos.
Marta Deise Cadavid Acevedo, AMLCA,
Certificación AML (Anti-Money Laundering)
Certificación AML (Anti-Money Laundering)
Certificación CEAR/LAFT (Anti-Money Laundering SR)