Es un hecho: La debida diligencia requiere de
presupuesto.
Si bien es cierto que los recursos públicos son
estratégicos para hacer la debida diligencia de una contraparte, también es
cierto que acudir a bases de datos poco confiables constituye un riesgo de
contratar a la persona equivocada.
La debida diligencia de la contraparte es la
recolección de información detallada de diversos recursos que ayude a determinar
el nivel de riesgo que un tercero representa en la negociación y que merece un
presupuesto decente. La contraparte puede ser un cliente, empleado, nuevo
inversionista y hasta una nueva pareja. Aunque suene descabellado, muchas de los
problemas en las sociedades conyugales comienzan cuando la verdad sobre las
finanzas y las relaciones interpersonales salen a flote.
Entre las mejores prácticas para elaborar debida
diligencia, las organizaciones y todos aquellos que requieran de más
información sobre sus terceras partes deben usar recursos confiables y no
substituir éstos con pobres escrutinios en bases de datos construidas con
información poco real. Por ejemplo, las bases de datos de carácter público que
son construidas por entidades gubernamentales gozan de alta credibilidad y
hacen parte de los recursos que cualquier profesional debe tener a mano. Allí
se pueden encontrar documentos de identidad, direcciones, situaciones
jurídicas, estados civiles, tarjetas o matrículas profesionales, matrículas
mercantiles, entre otros datos.
De otro lado, de acuerdo a las circunstancias y el
contexto, los procesos de debida diligencia requieren de una indagación de
mayor profundidad, la cual requiere de pagos extras como el caso de los
documentos notariales, comerciales o catastrales. Para este tipo de casos se
requieren los documentos físicos que soporten el proceso y por ende un
presupuesto económico que no limite la investigación. Recuerde que el pago por
información de alta calidad y confiable puede hacer la diferencia entre
contratar con la persona correcta o llevar el lastre de un error para toda la
vida.
Ahora bien, tener recursos de primera mano implica
legalidad y ética en la búsqueda y recolección de la información. La transparencia
debe ser la primera condición para elaborar la debida diligencia de la
contraparte y cualquier información de carácter privado que se requiera debe
ser adquirida por medios legales.
Recuerde siempre que las bases de datos e información
pueden ser su mejor aliado o convertirse en el peor enemigo si de errores se
trata. Igualmente, encontrar la base de datos perfecta y completa puede ser una
tarea que lleva tiempo; mientras tanto use los diferentes recursos que hay a la
mano y que ofrecen diversidad en información e invaluables datos. Presupueste
una partida dentro de sus proyectos anuales para indagar por información de carácter
privado que le ayudará a comparar y tomar decisiones que le evitarán relaciones
peligrosas y pérdidas económicos. Recuerde lo barato le puede salir caro!
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