sábado, 13 de abril de 2013

NO PUEDO ENFERMARME


No es el mejor de los títulos pero después de varios días tratando de encontrar algo más acorde, decidí dejarlo como al principio lo pensé precisamente cuando sorprendida por que lo estaba viendo y tenia en mis manos dejaba una fuerte impresión en mi cabeza.
En los actuales momentos en los cuales el Gobierno sigue encartado con el modelo de la seguridad social para todos los habitantes del país, con un diseño innovador y creativo pero sin plata para sostenerlo aún siguen pasando las cosas más atrevidas; pues el cuento no es el diseño de la seguridad social para una Colombia  más incluyente, ni siquiera pensaría sobre la infraestructura de la red; el problema va mas allá de la superficialidad económica; el problema es CULTURAL.
Por un lado la estructura de la seguridad social en Colombia y en especial la salud para los ciudadanos, está enmarcada en una figura piramidal cuya base está compuesta por los estratos sociales vulnerables, desprotegidos y abandonados de alguna manera; los cuales no pueden aportar al sistema por las causas ya conocidas por todos; y la punta de la figura piramidal está compuesta por los estratos altos que tienen acceso al 100% de la salud en todas sus dimensiones, pero que a su vez hacen los aportes económicos más altos estando éstos en menores proporciones; es decir la distribución entre el ingreso y la población está desbalanceada.
Ahora bien, los usuarios no somos los únicos partícipes de la cadena, allí también se encuentran las EPS, IPS, operadores logísticos y entidades del sector público y privado que intervienen en la sostenibilidad de la protección en salud para los colombianos, los cuales buscan un margen de intermediación digno.

Con la breve introducción sobre el sistema de salud en Colombia quiero compartir situaciones que aún con el nuevo modelo aparecen.

Amigos de vieja data hoy tienen el placer de tener un nuevo miembro en la familia, una hermosa bebe que hace parte de la población que solo puede consumir leche deslactosada; ella apenas recién nacida también hace parte de la población colombiana que asiste a los especialistas para lograr una pronta solución a tan grave situación; dando con la diligente atención de un buen pediatra para recomendar que tipo de leche se puede consumir en estos casos.
Así las cosas la Entidad Prestadora de Salud entrega el producto recomendado, el cual está compuesto por una leche especial deslactosada que le proporciona a la recién nacida todos los nutrientes para su crecimiento y garantice su normal desarrollo.
Realizada la gestión con la paciente, recibimos del operador farmacéutico los documentos correspondientes a la entrega de los tarros de leche los cuales ascendían a $1.500.000.oo en  una solo factura, produciendo estupor y cierta angustia sobre el valor del alimento; afortunadamente el POS cubre el valor facturado.

Pero en medio de todos los sentimientos encontrados en 5 tarros de leche, nos dimos a la tarea de encontrar una respuesta sobre el valor, dado que si bien es cierto Colombia es uno de los países que comercializa medicamentos a altos precios; no podíamos quedarnos con la duda y la curiosidad sobre el valor de la factura; así que gestionamos en diferentes lugares donde el alimento es vendido y con mayor sorpresa evidenciamos que la formula anterior adquirida en cualquier lugar comercial no pasaría de $450.000.oo, es decir sin querer queriendo los padres de la menor ya eran parte de una red de sobrefacturación en el sistema de salud del país.

No hace parte de un cómico programa de televisión, pero es un claro ejemplo de lo que sucede en nuestro sistema de seguridad social; cuando los reyes de la Corrupción, del favoritismo, del favorecimiento y del enriquecimiento son los que reinan motivando a tan vandálicas prácticas; es por ello que considero que el problema es totalmente CULTURAL, porque casos como el descrito deben pasar por la sobrefacturación a diario y con más productos para generar altos márgenes de rentabilidad en los bolsillos de quienes administran los contratos de la salud en Colombia. Señor Gobierno, así no hay plata que le alcance!

Hoy adolecemos de un sistema digno, eficiente y ante todo honesto; enfermarse en Colombia es un riesgo desde todo punto de vista, pues el que sobrevive al carrusel de la muerte de hospital en hospital es atendido con productos cuyos precios no estén en el marco justo de la oferta y demanda de los medicamentos,  nos involucran a escondidas en el macabro cartel de la salud.

Con la presente participación sólo quiero sembrar la inquietud y mostrar otra panorámica de lo que realmente sucede con la salud; no se trata de la ley expedida desde el año 1993, tampoco se trata de la redistribución de la riqueza y de los que sostienen el sistema; el problema es más de fondo, se trata de la transparencia comercial y responsabilidad social de todos los participes de la cadena que atiende el sistema de salud en Colombia, de ser empresarios sensatos y equitativos que no permiten prácticas corruptas que degradan las finanzas los ciudadanos.

Marta Deise Cadavid Acevedo, AMLCA,
Certificación AML (Anti-Money Laundering)

Certificación CEAR/LAFT (Anti-Money Laundering SR)