Fraude:
Cero riesgo de Inversión
Estaría Usted dispuesto a invertir $1000.oo
en una empresa la cual reditúa 3% anual después de impuestos y fraudes? Es
decir, Usted está dispuesto a compartir su rentabilidad con defraudador quien
tiene 0% de riesgo? Está Usted seguro que los dividendos que recibe están
libres de fraude?
Invertir en cualquier tipo de
negocio, empresa o industria se convirtió para muchos en un calvario o en la
ruta más difícil, pedregosa e inclinada para incrementar el patrimonio. Para
otros, invertir en productos financieros que al final de cuentas hacen parte de la
financiación de las corporaciones puede ser un juego quizás divertido y rentable si se tiene la
suficiente astucia para comprar y vender en el punto exacto. Sin embargo, no
todo se puede mirar a la luz de las buenas rentabilidades o prácticas
inversionistas, porque las pérdidas por fraude hacen parte del paquete de
cualquier inversor.
El fraude como tal se clasifica de
varias formas y depende del área de la organización en la cual se cometa. Por
ejemplo, en el área de compras y contratación se presentan la mayoría de casos
de corrupción y colusión. En el área de caja puede existir el fraude antes de
registrar la venta o en el cuadre de la caja al finalizar el día, o en
inventarios cuando los productos desaparecen por arte de magia un defraudador.
Cualquiera que sea el método, forma o clasificación del fraude siempre el
factor común serán las pérdidas que arroja, las cuales son llevadas al estado
de pérdidas y ganancias o al estado de resultados a través de registros que en muchos casos se esconden debajo del tapete por el bienestar de todos.
Así las cosas, al inversionista se
le descuentan el valor de las pérdidas por fraude de sus dividendos y lo peor es que en la mayoría de los casos ni
se enteran. Un defraudador o abusador no necesita invertir, dado que su nivel
de riesgo por pérdida o desvalorización es cero al momento de robar, no pagan
impuestos por el fraude que cometen y la ganancia de lo robado es el 100%. Pareciera
que muchos defraudadores o perpetradores obtienen más rentabilidad que los
mismos socios o accionistas de la organización.
En los más recientes estudios sobre
fraude ocupacional, se ha revelado que el 5% de los ingresos de las compañías privadas
se pierde por el actuar fraudulento y en el sector público se incrementa al 10%
por culpa de los corruptos. Aunque las cifras son alarmantes, éstas solo
reflejan la realidad de las empresas de gran tamaño sea por sus ingresos o
capital. Es decir, que las PYMES y pequeños negocios no se encuentran dentro de
éstos estudios; por lo tanto, las cifras que hablan de las pérdidas de fraude
son mayores y más alarmantes.
El anterior panorama nos demuestra
que es necesario y urgente educar sobre fraude y anticiparse a los eventos. Un
inversionista tiene todo el derecho a solicitar y revisar las cuentas en las
cuales los fraudes se pueden esconder; pero si no tiene la suficiente
experiencia financiera para hacer un análisis profundo sobre fraude, puede
encontrar expertos certificados que le ayuden a evidenciar los dineros y
productos que se fueron directo a los bolsillos de los delincuentes.
Señor inversionista, no tema en
preguntar sobre el nivel de fraude que tiene la corporación en la cual su
dinero se encuentra. No escatime en averiguar cómo funciona el programa de administración
de riesgos sobre fraude, abuso, lavado de dinero y corrupción y caso de no tener alguna herramienta que prevenga y detecta los delitos económicos solicite que se implemente un sistema para evitar las pérdidas por fraude. No sienta vergüenza
en aceptar que necesita ayuda para esclarecer lo que Usted ya sospechaba y por
el contrario permítase aprender algo nuevo para hacer la vida más difícil a los
perpetradores e ineptos administradores. Antes de invertir pregunte si el
fraude está incluido en el paquete de dividendos.
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