martes, 25 de noviembre de 2014

Futbol, un autogol a la industria deportiva.

La última actualización realizada por OFAC o la famosa Lista Clinton deja un sin sabor deportivo en los corazones de muchos. Envigado Fútbol Club y sus dirigentes entran por la puerta principal y quizás con honores después de diez años de investigación y seguimiento. Hoy, otro equipo de fútbol colombiano está en la boca de todos y no precisamente por su rendimiento y logros deportivos.

Para nadie es un secreto que los clubes deportivos han sido blanco del lavado de capitales. Históricamente, el fútbol, el deporte más popular del mundo, en muchas circunstancias ha sido financiado y usado por los grupos mafiosos con el único ánimo de legalizar el producto de los delitos económicos cometidos por ellos. La diversidad de estructuras jurídicas societarias, la cultura del dinero fácil y  las angustias financieras son aspectos que le abren la puerta al crimen organizado. Tan subjetivo como el arte, la venta de pases de jugadores siempre ha sido un misterio y es por ello que las astronómicas sumas de dineros que se mueven de un equipo a otro siempre inquietan, pero nunca va más allá del morbo que produce un ranking mundial de precios. Aspectos como la publicidad, boletería, transmisiones, patrocinios, bonificaciones, entre otros; son las trampas interpuestas por la industria criminal para introducir dinero sucio a las entidades deportivas.

La Ley 181 del 18 de enero 1995, en su artículo 31 introdujo las primeras manifestaciones sobre el control de la procedencia de capitales en los clubes con deportistas profesionales, los cuales deben ser acreditados ante la Superintendencia de Sociedades. Más tarde, la Ley 1445 de Mayo 12 de 2011 y el Decreto 3160 del 1 de Septiembre de 2011, modifican la Ley 181 ampliando el alcance de la norma y determinó que  el Instituto Colombiano del Deporte (Coldeportes) debe ejercer funciones de inspección, vigilancia y control sobre todos los organismos deportivos y demás entidades que conforman el Sistema Nacional del Deporte, en conjunto con la Superintendencia de Sociedades. Es decir que para  el año 2011 la norma estableció como Sujetos Obligados a los clubes con deportistas profesionales y como Supervisor a Coldeportes.

Hoy, 19 años después de los primeros vestigios sobre la prevención del lavado de activos, el deporte colombiano se ve envuelto en otro escándalo deportivo que para muchos sería un secreto a voces o la crónica de un delito anunciado. Casi veinte años después, nuestro sistema de prevención de blanqueo de capitales sigue débil, quebradizo y con algunas fisuras. A pesar que la Circular Externa 304-000001 del 19 de Febrero de 2014, ya derogada y reemplazada por la Circular Externa 100-00005  de junio 17 de 2014 de la Superintendencia de Sociedades demuestran un importante avance en la prevención de los delitos económicos que tanto afecta nuestro país; queda en el interrogante sobre la ardua labor de prevenir delitos en la sociedad.

Si bien es cierto el gobierno colombiano ha aprendido y creado los mecanismos legales para proteger a las contra-partes como proveedores, clientes, accionistas, socios, empleados y ahora jugadores; todavía hay un alto índice de incredulidad en la dura tarea de prevenir y controlar el riesgo reputacional. Un claro ejemplo es la última circular de la Superintendencia de Sociedades que obliga la implementación de un programa de prevención de lado de activos para un grupo de empresas determinado por el nivel de Ingresos en el año 2014 y sugiere que para aquellas que no se encuentren bajo dicha circular, se implemente la medida con carácter preventivo. Para el 31 de Diciembre, los nuevos sujetos obligados y aquellos que no tenían conocimiento de su estatus deben estar preparados con el esquema de prevención de blanqueo de capitales. Sin embargo, hoy muchos de estos sujetos obligados no están aún listos para encarar la norma y algunos otros juegan al copy paste.

Que nos hace tan vulnerables al crimen organizado? Porque el deporte y en especial el Fútbol es tan atractivo para la industria criminal? Es el Fútbol profesional un mercado informal? Es un aspecto cultural? Es incredulidad? Donde estaba Colderportes como Supervisor? Los tentáculos de la Corrupción sacaron el balón de la cancha? La doble moral no está ganando el partido? El juego limpio incluye las finanzas transparentes? La financiación con dineros sucios es un autogol? Estas y más preguntas surgen entre los aficionados, narradores e investigadores del tema que de una u otra forma repudian cualquier manifestación de delito.


Algo tenemos que aprender de los errores ajenos y no es necesario cometer los mismos errores para entender que los delitos económicos están al asecho. La prevención va más allá de una norma emitida por el gobierno. La prevención de los delitos económicos debe obedecer a la cultura organizacional de cada entidad; debe ser una actitud férrea frente a cualquier manifestación delito sin importar el origen o el tamaño. Los valores, la ética y la moral no se deben negociar bajo cualquier circunstancia. No a los autogoles morales.

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