lunes, 17 de agosto de 2015

R.H. La piedra angular de la disuasión

Los departamentos de personal o talento humano o recursos humanos son la piedra angular de la prevención del fraude corporativo. La elección del empleado ideal tiene que ir más allá de la búsqueda subjetiva de candidatos idóneos que cumplen con las condiciones técnicas e intelectuales del cargo a suplir, ya que dicha búsqueda debe ser el primer factor de disuasión frente al fraude.

Sin embargo, el análisis de las aptitudes físicas y mentales de los solicitantes por medio de entrevistas, pruebas psicométricas y exámenes médicos son en muchos casos más importantes que la búsqueda de personal que realmente esté y quiera estar alineado con los valores de la corporación.

Como es bien sabido el factor humano es fundamental para el desarrollo del mundo empresarial; y a pesar que los medios de producción son cada vez más automatizados o robotizados, la mano de obra y el talento siguen fortaleciendo las industrias en el mundo. Sin embargo, el éxito empresarial se ve manchado por aquellos que de alguna forma se dejan conquistar por los antivalores y actúan en contra las organización para alimentar fraudulentamente sus bolsillos. Es por ello que los programas de prevención del fraude deben incluir los procesos de reclutamiento, selección y contratación del personal.

La disuasión de la comisión del fraude empieza por casa y debe ser desde el mismo momento o contacto que tiene el candidato laboral con la empresa; es por ello que un ambiente de total control y la férrea actitud frente al fraude son las herramientas básicas de disuasión.

Como es bien sabido los perpetradores se encuentran en todas las esferas y hacen todo lo necesario para romper las normas con el único fin de incrementar su patrimonio y sostener su ritmo de vida. El perpetrador monitorea y detecta las oportunidades, deficiencias y falta de control de su objetivo. Su agudo olfato e instinto para detectar laxos controles le ayudan a crear las estrategias necesarias para irrumpir en las finanzas y en general en los activos de la empresa y tomar de allí lo que le satisfaga. Un perpetrador no tiene escrúpulos y en muchos casos buscan las empresas con carencias administrativas y financieras; es decir un perpetrador tiene un target y perfila su víctima cuidadosamente. Pero, ¿Cómo puede un empresario proteger su organización desde el departamento de Recursos Humanos o Contratación?

El Reglamento Interno de Trabajo es la herramienta más básica y conocida del mundo laboral. Su redacción debe contener aspectos fundamentales sobre faltas graves y menos graves relacionadas con el fraude corporativo o los riesgos a los cuales está expuesta la empresa en este tipo de temas. Es decir, que el RIT, no debe ser la simple y tradicional recopilación cláusulas o artículos relativas a la forma de laboral; un RIT debe estar alineado con el ambiente de control y el buen gobierno corporativo, de modo que desde el inicio de las labores esté claro para el nuevo empleado la inflexible actitud al fraude.

El buen gobierno corporativo es otra herramienta que protege la entidad o corporación por medio de la orientación, supervisión y control de los riesgos; de ahí que los candidatos a suplir las vacantes y los nuevos empleados que pretenden cometer fraude sienten desestimulo al observar que cada una de las personas que ocupan cargos desde la junta directiva hasta el último empleado están comprometidos con la transparencia y la ética en todas las transacciones de la compañía.

El programa de prevención de delitos económicos es también un recurso avanzado que permite blindar a la empresa de futuros riesgos y por ende consecuencias económicas que algunos casos son pérdidas incalculables como también reputacionales.

Por lo tanto, los procesos de reclutamiento, selección y contratación del personal que son desarrollados por el Departamento de Recursos Humanos o de quien haga sus veces deben ser la piedra angular de cualquier programa de prevención de fraude o lavado de activos. Igualmente, la creación del adecuado ambiente de control debe involucrar un Reglamento Interno de Trabajo capaz de sancionar las faltas leves y graves relacionadas con los riesgos de fraude y lavado de dinero en la corporación. Así mismo, como principio económico y de administración de fraudes sabemos que es más barato prevenir que corregir y dicha prevención debe iniciarse con el primer contacto del candidato y la empresa demostrando Congruencia e Integridad y tomando la actitud antifraude como estilo de vida laboral.

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